Alejandro Parisi

Alejandro Parisi

miércoles, 21 de octubre de 2015

Desde Köln, Alemania.


Cuarto día en Köln. 

Excelente viaje, y llegué bien a Franckfurt. Entonces me di cuenta de que hablar alemán es “very difficulten” y mi inglés “very difficult” de Tarzán rindió mucho más de lo que esperaba.

Por distintas cuestiones me desencontré con mi contacto en Alemania (suena lindo, muy guerra fría, de hecho: hace frío) y tomé el tren solo hasta Köln. Poca batería en el celular, se hacía de noche y no sabía la dirección del hotel. De pronto empezó a llegar toda la hinchada del Colonia, a la cual esperaban, armados, 4 policías. Tuve el reflejo argentino de pensar lo peor. Fueron apenas 4, 5 minutos, pero siguieron su camino sin mirarme. Incluso me sentí ninguneado por ellos. Después llegué al hotel y fui a cenar con la generosa y amable Profesora Dra. Katharina Niemeyer, que me esperaba en el hotel. Yaguarma (o como se escriba), cerveza y mucha conversación gracias a su perfecto castellano.  

El lunes, de camino a la Universidad, fuimos al Centro de Documentación sobre el nacionalsocialismo de la ciudad de Köln, que fue la antigua cárcel de la GESTAPO, y nos enseñaron el subsuelo donde torturaban, fusilaban y esclavizaban a las víctimas del nazismo. Conmovedor, o mejor dicho, acojonante. Nunca pensé visitar un lugar como ese, tan parecido a los que describí a tanta distancia, sin conocerlos. Ya escribiré algo sobre esto. Por ahora, les dejo el link para que puedan verlo: http://www.museenkoeln.de/ns-dokumentationszentrum/pages/317.aspx?s=317

Ese día, lunes, y el martes, fueron intensos, dedicados a las actividades del International Workshop de la Universidad de Köln “Juventud bajo  la dictadura – aproximaciones narrativas actuales”. Muy buenas exposiciones de los autores, y divertida convivencia entre los participantes. Ernesto Semán, Ariana Harwicz​, Angela Urondo​ Raboy y Jordana Blejmar, de Argentina; Fernando Aramburu, vasco radicado en Alemania; y dos alemanes que vivieron su infancia del otro lado del muro: el escritor de comics Mawil, que presentó una tremenda novela gráfica llamada Kinderland y André Kubiczek, que también leyó fragmentos de una novela muy buena (ojalá la traduzcan pronto) sobre un adolescente en la Berlín soviética. (Me detengo sólo en ellos dos porque no conocía nada de lo que contaron/leyeron con tanto humor sobre la infancia y adolescencia del otro lado del muro.) De todos los participantes, me quedé con ganas de leer más de sus textos. Creo que es una buena señal, o una buena conclusión.

En medio de un recreo de las actividades, pude conocer a Vera Elisabeth Gerling, la editora y profesora de traducción que editó una antología bilingüe de escritores argentinos hace unos años donde incluyó "Un lugar más alejado". Otra de las tantas generosidades que disfruté acá: se vino desde Düsserdolf para verme.

Después tuve un rato largo para charlar a solas con los alumnos que leyeron “El ghetto de las ocho puertas” y “La niña y su doble” durante este último semestre y que están escribiendo un trabajo sobre esos libros. Otra vez digo lo mismo: nunca pensé que alumnos de una universidad alemana se dedicaran a esos textos escritos en La Paternal. La circulación de los libros no deja de sorprenderme. Todavía no me cae la ficha, pero lo disfruté mucho.

Cuando regrese, voy a poner fotos y a extenderme un poco más sobre todo esto, que fue grandioso gracias a la enorme generosidad de Katharina, titular de la cátedra, y de la Profesora Victoria Torres​, docente, organizadora, guía turística, generosa y divertida. A las dos, miles de gracias.

Por ahora, cambio y fuera. 

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