Ayer estuvimos charlando con los chicos de 6to año del
colegio Sagrado Corazón de Hurlingham sobre “La niña y su doble”. Andrea
Caramuta, su profe, se los dio para leer en las vacaciones de invierno,
tentando al destino. Nunca pensé que podrían engancharse tanto con la historia,
y por eso estoy agradecido: dedicaron unos días de sus 18 años y, encima,
días de sus vacaciones, leyendo la historia de Nusia y Slawka.
Hoy me crucé unos mails con Nusia contándole todo esto. Los
dos estuvimos de acuerdo en que cumplimos ese objetivo que nos planteamos hace
ya casi 4 años, cuando empezamos a charlar sobre la posibilidad de escribir una
novela basada en su vida. Ella siempre decía lo mismo: “esta historia tiene que
conocerse, no por mí, sino porque algo así no puede volver a pasarle a nadie, a
nadie”. Por eso, los dos nos alegramos de que chicos tan jóvenes como los del
Sagrado Corazón se emocionaran y se conmovieran con el libro. Ellos nos
mostraron dos cosas: que “La niña y su doble” no es un libro de y para judíos, porque
la barbarie, el horror y la persecución son cosas de todo el género humano, y segundo, que
el verso de que a los jóvenes no les importa nada es solo eso, un verso.
Acá, la foto grupal.
Un encuentro soñado! Aún no conversé con mis alumnos de 6° pero vos, tanto como yo, pudiste respirar el clima de sincero interés. Una MARAVILLA!
ResponderBorrarEstoy segura de que todos queremos abrazar a Nusia. Un regalo de la vida: tu visita. Alabo tu generosidad y valentía al aceptar una invitación de desconocidos...
INFINITAS GRACIAS
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarRenata, creo que este mensaje se borró por accidente.
Borrarparisi gracias por hacerte de tiempo y poder venir a charlar sobre un libro tan expectacular como la vida de Nusia. Me quede muy contento con la visita y muchas gracias.
ResponderBorrarGracias por la visita, lo difrutamos mucho!
ResponderBorrarGracias a todos uds por la invitación, el interés y esa torta que no pude probar.
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