Después, en la charla posterior, surgió una pregunta que me dejó pensando. Un señor, tan educado y reflexivo como todos y todas los que se acercaron, se preguntó si esa maldad, si esa falta de humanidad que llevó a los nazis a implementar la Solución Final está latente en cada uno de nosotros. "¿Será que yo también, en otro contexto, con otras necesidades, podría ser uno de los ejecutores de la cámara de gas?", dijo, serio, apesadumbrado, y me dejó sin palabras y sin una respuesta.
A todos los que nos recibieron, en especial a Tamara Magram, y a través de su presidente, Marcos Alfici, a toda la comunidad israelita de Posadas por su hospitalidad, el buen trato y la cena tan linda que compartimos a orillas del Paraná. Una ciudad lindísima, como la gente que nos recibió. Espero volver pronto.
Acá, dejo el rato que compartimos con Tamara y la gente de Radio Libertad, durante la tarde.
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