Alejandro Parisi

Alejandro Parisi

viernes, 24 de abril de 2015

Veda

Veda

Era el sábado previo a las elecciones presidenciales de 1995. Teníamos 19 años. Como cada fin de semana, nos juntamos en el bar de enfrente de la Estación de Lugano. Nos sentamos en una mesa de afuera, en la vereda. El tema era que no se podía servir alcohol por la veda electoral. La genialidad criolla enseguida resolvió saltear la norma con la simulación: fernet con coca en vasos altos, que podían pasar por gaseosa, y Tía María en pocillos de café. Medio paranoicos, medio orgullosos, pasamos esa noche como cualquier otra.. 

Hasta que en un momento paró un patrullero frente al bar. Nos preocupamos un poco, era evidente que la gaseosa por sí misma no podía dejar esa espuma espesa en las paredes de los vasos. Se bajó un cana del lanchón, nos deseó las buenas noches y se metió en el bar. 

Hicimos un silencio incómodo, no queríamos que el dueño tuviera problemas por culpa nuestra. Al ratito, el cana salió del bar con una botella de Quilmes fría en la mano. Nos saludó, se subió al lanchón y se fue. Nadie dijo nada, pero todos nos sentimos unos grandísimos estúpidos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario