"Al
salir, lo recibió una brisa tibia, mezclada con el smog de los
colectivos que pasaban por la calle. Lentamente, Frattini dejó atrás la puerta
de la pensión y se detuvo en la vereda. Durante unos minutos se dedicó a
observar el auto estacionado junto al cordón. Era rojo, con ribetes blancos.
Era modelo 1954. Era un Cadillac, y era suyo."
Un caballero en el purgatorio, Cap. 26
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