Gracias a María de los Ángeles, del blog literario Bookeando por tan linda reseña.
Acá el link del blog Bbookeando con María Angeles
"En ocasiones, la realidad supera la ficción y la vida de Nusia Stier de Gotlib
es una buena prueba de ello. El que sepamos de antemano que Nusia
conseguirá sobrevivir, puesto que nos cuenta su historia de primera
mano, no restará emoción a la historia. Desde que conocí la sinopsis de
este libro y las primeras reseñas supe que disfrutaría con su lectura.
No me equivocaba.
Nusia Stier es tan sólo una niña de ocho años cuando la conocemos en 1938. Vive en Lwow (Polonia) junto a sus padres y su hermana. La familia Stier es judía y tiene una posición acomodada gracias
al taller de costura que regentan Rudolf y Helena, los padres de Nusia.
Sin embargo, el destino no depara nada bueno para ellos.
Aunque he leído muchas novelas sobre la Segunda Guerra Mundial, siempre
encuentro algún detalle nuevo que distingue una historia de otra. En
este caso, no es sólo el desgarrador testimonio de Nusia sino el
escenario en el que se desarrolla y es que esta familia de Lwow vivió la invasión en una doble vertiente.
Hasta 1938, a pesar de que los judíos tenían un cupo limitado en el
acceso a los estudios secundarios y la mayoría debían optar por estudios
privados, en la ciudad convivían de manera pacífica polacos, ucranianos
y judíos, pero Hitler comienza a sembrar la semilla del odio y ésta se
extenderá como la pólvora en poco tiempo. En un primer momento, fueron las tropas rusas las que, con la intención de extenderse en los países del este invadieron la ciudad.
La
presencia rusa en Lwow cambió por completo la vida de los Stier que
eran el blanco perfecto de los comunistas, una familia burguesa a la que
no tardarían es despojar de todo cuanto tenían. Pese a todo, Rudolf, el
padre de Nusia, fue un hombre inteligente y camaleónico que sabrá
adaptarse con suma maestría a las adversidades y conseguirá durante
algún tiempo mantener unidad a la familia, entablando buenas relaciones
con los rusos. Pero el avance nazi no tiene freno y en junio de 1941, la ciudad es tomada por las tropas alemanas
y la familia Stier se encuentra en grave riesgo, no sólo por su
condición de judíos sino por las buenas relaciones mantenidas con los
rusos.
Rudolf decidirá enviar a sus hijas lejos para salvar sus vidas. Nusia, a sus once años ingresará en un orfanato con una nueva identidad. A partir de ahora será Stanislawka Jendrus, una huérfana católica de origen ucraniano y pronto será adoptada por un matrimonio ucraniano. Su padre adoptivo es un alto mando militar ya retirado y colaborador de los nazis.
En este nuevo hogar, donde ni siquiera podemos adivinar la tensión que
tuvo que vivir esta niña, Nusia dejará atrás su pasado y hará caso de
los consejos de su padre: callar, rezar, mentir y pasar desapercibida.
La escalofriante situación por la que tuvo que atravesar la pequeña, debatiéndose entre dos identidades durante años, hace de Nusia un personaje que conquista al lector por una fuerza y un coraje dignos de admiración
a una edad tan temprana. Me ha sorprendido el desparpajo de esa pequeña
para desenvolverse ante situaciones de máxima tensión, hablando de los
judíos en tono despectivo ante sus compañeros de colegio y jactándose de
haberles robado sus elegantes vestidos.
Con el tiempo cada vez será menos Nusia y más Slawka y, aunque nunca dejará de luchar por saber de los suyos, la relación con Claudia, su madrastra, se irá afianzando
y dando lugar a un cariño sincero entre ambas que deja de manifiesto la
sin razón de toda esta absurda guerra, en la que el derecho a la vida y
a disfrutar de ciertas comodidades no dependía más que del origen de
las personas. A pesar de todo, Claudia será una buena madre para Nusia y, aun con sus diferencias ideológicas, me parece una mujer digna de admiración y en uno de los personajes estrella de la novela junto a Rudolf
y después de Nusia, que es la absoluta protagonista y la que cala de
una manera más profunda en el lector por su edad, su valentía y su
madurez para enfrentar situaciones.
Narrada en tercera persona, con sencillez pero sin paños calientes,
la trama va creciendo en tensión a medida que esta pequeña se mete en
la boca del lobo y la parte final está llena de momentos tremendamente
emotivos. La historia abarca casi diez años, entre 1938 y 1949, un
larguísimo periodo en el que cada día era una auténtica lucha por la
supervivencia y nos llevará por diferentes escenarios: Lwow, Varsovia y
Cracovia.
En definitiva, La niña y su doble es un testimonio estremecedor en el que Alejandro Parisi da voz al relato de una niña valiente y afortunada,
que tuvo agallas suficientes para sacar fuerzas de flaqueza y
enfrentarse a su destino con un coraje admirable. Muchos quedaron en el
camino, pero ella lo consiguió y es todo un privilegio conocer su
historia." (Publicado el 5/8/16)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario