Alejandro Parisi

Alejandro Parisi

martes, 30 de junio de 2015

Un poco de fútbol escrito.

Les dejo la entrevista que me hizo Federico Córdoba para su blog "El otro Messi".
Siempre es un placer hablar de fútbol.





¿Cuándo escuchaste nombrar a Messi por primera vez?
Viví en Barcelona entre 2002 y 2006, por lo tanto disfruté la época del equipo de Rijkaard, el mejor momento de Ronaldhinio y el debut de Messi con la camiseta Nº30. Incluso lo vi en la cancha. Todos hablaban de él como un crack por lo que había venido haciendo en La Masía.
¿Qué creés que hace diferente a Messi del resto de los jugadores?
Messi tiene un don, una virtud. Seguro que aprendió un montón de cosas durante su formación, pero lo más importante, lo que lo hace el mejor de todos, es algo natural que ni él puede explicar. Por más que periodistas, técnicos y público tratemos de racionalizarlo, de explicar por qué decide cada cosa que hace en cada jugada, él lo resuelve en una fracción de segundo sin pensar. Ese don, y en especial su ambición por ganarlo todo, lo hacen distinto al resto.
¿Cómo viviste sus goles en Brasil 2014 y cómo creés que fue su actuación?
Grité sus goles en la primera rueda y me quedé con ganas de gritar uno en la final. Creo que tuvo un buen mundial, aunque nos parezca poco lo que hizo.
¿Cuál fue el gol que más te sorprendió de toda su carrera? ¿Tenés una historia en particular con ese gol?
El 0-2 en el Zaragoza – Barcelona de la temporada 2009/2010. En este gol se ve a Messi en toda su plenitud: su ambición para luchar con el defensor, robarle la pelota, y después, la virtud para definir frente a medio equipo.
https://www.youtube.com/watch?v=0ZEzPWt6cbk
¿Por qué creés que su figura sigue generando dudas con respecto a su rendimiento a pesar de ser el máximo goleador en la historia de Barcelona y el segundo en la Selección Argentina?
Porque no nos alcanza con que juegue mejor que los demás. A nuestra sociedad, la virtud no le dice nada. Para ungirlo como ídolo, necesitamos que el virtuoso se autroproclame bandera, prócer y deidad, y que haga todas esas cosas que el argentino le reclama a sus líderes (Perón, Maradona): que resuelvan todo por nosotros. Esa necesidad “paternal” del pueblo argentino choca contra el perfil bajo de Messi, que sólo quiere jugar a la pelota.
Desde distintos medios periodísticos siempre se trató de comparar a Messi con Maradona. ¿Qué pensás al respecto? ¿Son figuras comparables? Y si eso fuera posible, ¿quién sería el mejor?
Son incomparables. En primer lugar, porque jugaron dos fútbol distintos: en la época de Diego, los defensores eran mucho más lentos pero pegaban más. En la época que vivimos, la de Messi, los defensores son más fuertes pero pegan menos, y al mismo tiempo son veloces y se ajustan a distintas tácticas para pararlo. Futbolísticamente, no sé si hay grandes diferencias entre los dos, quizá la pegada de Diego, que metía todos los tiros libres que pateaba. Sin embargo, para mí, la idolatría de los argentinos hacia el Diego no radica en cuestiones futbolísticas. El Diego es y será por siempre el pibe que, cuatro años después de la Guerra de Malvinas, les metió un gol con la mano a los ingleses y luego, a los pocos minutos, volvió a humillarlos al meterles el mejor gol en la historia de los mundiales. ¿Cómo vamos a pedirle a Messi que supere eso? Es imposible. Además de esa venganza que el público vivió en México 86, Maradona le dio todo lo que un argentino le reclama a sus ídolos: demagogia, histrionismo, paternalismo, aventuras sexuales, éxito económico, predisposición para la joda, el enfrentamiento con los “poderosos”… En ese sentido, Messi no puede competir. Por eso a muchos les resulta “un pecho frío”, porque se limita a jugar al fútbol. Porque sólo es el mejor dentro de la cancha, porque huye de los enfrentamientos verbales, porque es el mejor jugador del mundo y no lo anda diciendo por ahí. Eso, para un país acostumbrado a la demagogia, es imperdonable.
Desde hace más de 7 años que Messi se encuentra peleando el primer lugar del mejor jugador del mundo con Cristiano Ronaldo. ¿Qué diferencias encontrás entre estos dos jugadores?
Cristiano es un excelente atleta, un tipo que entiende el negocio del fútbol, el marketing, que pone su persona delante de todo y de todos. Pero, futbolísticamente, Cristiano es apenas un buen alumno que fue aprendiendo todo eso que a Messi le sale con naturalidad. Creo que esa debe ser la mayor frustración del portugués: que se esmere por perfeccionarse y eso nunca alcance para superar al “enano”, como dicen que lo llama en la intimidad. CR7 quiere ser el mejor de todos, Messi, en cambio, quiere ganar todo. Uno es un producto de la industria del deporte, el otro es un virtuoso natural.
¿Podrías describir a Messi en una sola palabra?
Virtuoso.
¿Cómo creés que le va a ir en el Mundial de Rusia 2018?
Realmente, tengo muy pocas expectativas con respecto a la selección.


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