Alejandro Parisi

Alejandro Parisi

jueves, 7 de julio de 2016

"La niña y su doble" por el Blog Forjada entre sueños. España.

Link: http://erianod.blogspot.com.ar/2016/07/la-nina-y-su-doble.html







Basada en hechos reales, La niña y su doble nos narra la historia de Nusia, una niña judía que para sobrevivir al holocausto tuvo que adoptar otra identidad. Alejandro Parisi ha contado con la ayuda de la propia Nusia para crear esta novela que sin lugar a dudas tocará la fibra sensible de cada lector que se sumerja en sus páginas. 



Impresiones



Nusia Stier de Gotlib es apenas una niña cuando la vida le muestra su cara más cruel, le arranca la inocencia y le obligan a olvidarse de todo aquello que la hace ser quien es. Es el precio que tiene que pagar si quiere sobrevivir. Cuando su ciudad es invadida por los rusos en 1939 esta niña judía que vivía feliz con sus padres y hermana mayor en Lwow, en la región polaca de Galitzia, es incapaz de imaginar que su pequeño mundo fuese a ser sacudido de una forma tan brutal. 

Junto a su hermana Fridzia, Nusia pasa los días felices mientras sus padres, Rudolph y Helena trabajan en un taller de costura instalado en su propia casa. Gozan de cierto prestigio en la ciudad, pues sus prendas son de una calidad exquisita. Esto permite vivir a la familia más que cómodamente. Son días felices, disfrutando de la calidez de su madre, sintiéndose orgullosa de la personalidad de su padre. Pero cuando los rusos entran en el país Rudolph se ve obligado a mostrar simpatía por el partido comunista. Lo que al principio nace del instinto de supervivencia pronto deriva en una admiración real, llegando incluso a afiliarse al partido, pese a la indignación de su esposa que detesta con todas sus fuerzas a los rusos. 

Durante la ocupación rusa, la familia gozará de cierta protección, situación que cambia cuando el ejercito alemán invade Polonia, obligandoles a vivir en el gueto bajo unas condiciones inhumanas. Llevaban meses escuchando noticias nefastas sobre la situación de los judíos en Alemania y ahora su sombra les acecha a ellos. Las pogramas cada vez son más violentas y aunque Rudolph y Helena consigue un permiso de trabajo en una fábrica de costura que le asegura seguir con vida, sus hijas aun menores, no tienen la misma suerte. 

Deben tomar medidas desesperadas y así es como sus padres deciden protegerla de la mejor manera que se les ocurre. En el caso de Nusia, pagarán a un campesino para que cuide de ella como su ahijada cristiana lejos de la ciudad. Con la adopción de una identidad falsa comienza la aventura de nuestra protagonista. Si consigue pasar desapercibida, mentir y orar... al finalizar la guerra volverá a encontrarse con sus padres. Una promesa a la que se aferra con todas sus fuerzas, pues en ese momento no es consciente que no depende de Rudolph poder cumplirla. 

Su camino hacia la supervivencia le llevará a un orfanato para niños ucranianos en Varsovia, donde interpretará con tal perfección su papel de huérfana ucraniana y católica de nombre Slawka Jendrus que esta identidad traspasará su propia piel inundando sus entrañas. Pero su estancia en el orfanato será breve, pues pronto pasará a ser adoptada por el comandante Bezruchko, ya retirado del ejercito por enfermedad, y su esposa Claudia. La pareja le ofrece un nuevo hogar, una nueva vida lejos del hambre y la desolación del pueblo judío. 

Escrita con elegancia y exquisitez, Alejandro Parisi nos desvela una historia estremecedora que cala en lo más profundo del alma. Un sólo día ha durado en mis manos, pues desde que se cruzó en mi camino desató unas ansias sin límites por saber más, por descubrir que fue de la vida de esta niña judía y de su familia. Y lo que ha supuesto para mi esta lectura es prácticamente indescriptible.

Ser testigo de la transformación de Nusia en Slawka desde el punto de vista literario es todo un deleite.  Su lucha interna por ser quien fue, por la necesidad de ser alguien distinto si quiere volver algún día a ser quien fue... Ese miedo constante a perder lo poco que le queda de su ser. Ese horror de ver como tu familia poco a poco cae y te vas quedando sola en el mundo. Magistral. 

El instinto de supervivencia no abandona a Nusia, al igual que tampoco lo hace el sentimiento de culpa por renegar de su identidad, de sus creencias, de su familia... Vivir cómodamente mientras su pueblo padece la persecución nazi le avergüenza. Vivir rodeada de los verdugos de su pueblo le aterra. Y aún así, muestra una entereza digna de ser alabada, pues solo era una niña de once años cuando tuvo que abandonar su hogar, para vivir esta nueva vida donde debe pasar desapercibida, ocultando su odio, su rabia, su frustración... La sangre debe congelarse por sus venas cada vez que escucha un insulto hacia los judíos, cada vez que presencia una injusticia contra uno de los suyos. Y no sólo en la calle, sino también en su nuevo hogar, donde convive con un comandante cuya carrera militar la desarrolló luchando contra bolcheviques y judíos. ¿Descubrirán que están protegiendo a una niña judía? 

Alejandro Parisi no entra en demasiados detalles históricos en La niña y su doble, sino es estrictamente necesario para entender la vida de Nusia. Así, queda a un lado el conflicto bélico desde el punto de vista militar, para centrarnos en el día a día de esta joven judía invitándonos a reflexionar sobre la supervivencia y la identidad. 
La prosa del autor está desprovista de cualquier floritura que pueda distraernos de la historia, de esa dualidad en la que vive Nusia, convirtiendo al lector en testigo del dolor de su protagonista. 
Una novela emotiva narrada con sencillez. Una historia real que desgarra el alma. Cómo no podría ser de otra forma La niña y su doble ya goza de un lugar privilegiado no solo en mi estantería sino también en mi corazón. Es uno de esos libros que sabe tocar "algo" dentro de ti y transformarte, para siempre. Decir que Nusia es adorable, es quedarse posiblemente muy corta. Este personaje me ha cautivado por su dulzura e inocencia, por su valentía y fuerza al igual que un día ya muy lejano lo hizo Ana Frank o Viktor E. Frankl, protagonistas de novelas que nunca debieron de escribirse, pues sería señal de que la humanidad no tuvo que vivir este episodio tan negro en su historia. 


"Esa noche, la del 14 de noviembre de 1941, nació el gueto de Lwow. No tenía muros ni alambradas que lo cercaran, sólo patrullas armadas que controlaban a la población. Y sin embargo, los ciento quince mil judíos que desde aquel día se establecieron allí no pensaron en rebelarse, ni pelear por su dignidad. Simplemente se acostaron, agotados, con la ilusión de que ahora los alemanes y los ucranianos se conformaran con verlos hacinados, desposeídos y asustados, y les permitieran continuar con su vida".

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