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Basada en hechos reales, La niña y su doble nos narra la historia de Nusia, una niña judía que para sobrevivir al holocausto tuvo que adoptar otra identidad. Alejandro Parisi ha
contado con la ayuda de la propia Nusia para crear esta novela que sin
lugar a dudas tocará la fibra sensible de cada lector que se sumerja en
sus páginas.
Impresiones
Nusia
Stier de Gotlib es apenas una niña cuando la vida le muestra su cara
más cruel, le arranca la inocencia y le obligan a olvidarse de todo
aquello que la hace ser quien es. Es el precio que tiene que pagar si
quiere sobrevivir. Cuando su ciudad es invadida por los rusos en 1939
esta niña judía que vivía feliz con sus padres y hermana mayor en Lwow,
en la región polaca de Galitzia, es incapaz de imaginar que su pequeño
mundo fuese a ser sacudido de una forma tan brutal.
Junto
a su hermana Fridzia, Nusia pasa los días felices mientras sus padres,
Rudolph y Helena trabajan en un taller de costura instalado en su propia
casa. Gozan de cierto prestigio en la ciudad, pues sus prendas son de
una calidad exquisita. Esto permite vivir a la familia más que
cómodamente. Son días felices, disfrutando de la calidez de su madre,
sintiéndose orgullosa de la personalidad de su padre. Pero cuando los
rusos entran en el país Rudolph se ve obligado a mostrar simpatía por el
partido comunista. Lo que al principio nace del instinto de
supervivencia pronto deriva en una admiración real, llegando incluso a
afiliarse al partido, pese a la indignación de su esposa que detesta con
todas sus fuerzas a los rusos.
Durante
la ocupación rusa, la familia gozará de cierta protección, situación
que cambia cuando el ejercito alemán invade Polonia, obligandoles a
vivir en el gueto bajo unas condiciones inhumanas. Llevaban meses
escuchando noticias nefastas sobre la situación de los judíos en
Alemania y ahora su sombra les acecha a ellos. Las pogramas cada vez son
más violentas y aunque Rudolph y Helena consigue un permiso de trabajo
en una fábrica de costura que le asegura seguir con vida, sus hijas aun
menores, no tienen la misma suerte.
Deben
tomar medidas desesperadas y así es como sus padres deciden protegerla
de la mejor manera que se les ocurre. En el caso de Nusia, pagarán a un
campesino para que cuide de ella como su ahijada cristiana lejos de la
ciudad. Con la adopción de una identidad falsa comienza la aventura de
nuestra protagonista. Si consigue pasar desapercibida, mentir y orar...
al finalizar la guerra volverá a encontrarse con sus padres. Una promesa
a la que se aferra con todas sus fuerzas, pues en ese momento no es
consciente que no depende de Rudolph poder cumplirla.
Su
camino hacia la supervivencia le llevará a un orfanato para niños
ucranianos en Varsovia, donde interpretará con tal perfección su papel
de huérfana ucraniana y católica de nombre Slawka Jendrus que esta
identidad traspasará su propia piel inundando sus entrañas. Pero su
estancia en el orfanato será breve, pues pronto pasará a ser adoptada
por el comandante Bezruchko, ya retirado del ejercito por enfermedad, y
su esposa Claudia. La pareja le ofrece un nuevo hogar, una nueva vida
lejos del hambre y la desolación del pueblo judío.
Escrita con elegancia y exquisitez, Alejandro Parisi
nos desvela una historia estremecedora que cala en lo más profundo del
alma. Un sólo día ha durado en mis manos, pues desde que se cruzó en mi
camino desató unas ansias sin límites por saber más, por descubrir que
fue de la vida de esta niña judía y de su familia. Y lo que ha supuesto
para mi esta lectura es prácticamente indescriptible.
Ser
testigo de la transformación de Nusia en Slawka desde el punto de vista
literario es todo un deleite. Su lucha interna por ser quien fue, por
la necesidad de ser alguien distinto si quiere volver algún día a ser
quien fue... Ese miedo constante a perder lo poco que le queda de su
ser. Ese horror de ver como tu familia poco a poco cae y te vas quedando
sola en el mundo. Magistral.
El
instinto de supervivencia no abandona a Nusia, al igual que tampoco lo
hace el sentimiento de culpa por renegar de su identidad, de sus
creencias, de su familia... Vivir cómodamente mientras su pueblo padece
la persecución nazi le avergüenza. Vivir rodeada de los verdugos de
su pueblo le aterra. Y aún así, muestra una entereza digna de ser
alabada, pues solo era una niña de once años cuando tuvo que abandonar
su hogar, para vivir esta nueva vida donde debe pasar desapercibida,
ocultando su odio, su rabia, su frustración... La sangre debe congelarse
por sus venas cada vez que escucha un insulto hacia los judíos, cada
vez que presencia una injusticia contra uno de los suyos. Y no sólo en
la calle, sino también en su nuevo hogar, donde convive con un
comandante cuya carrera militar la desarrolló luchando contra
bolcheviques y judíos. ¿Descubrirán que están protegiendo a una niña judía?
Alejandro Parisi no entra en demasiados detalles históricos en La niña y su doble,
sino es estrictamente necesario para entender la vida de Nusia. Así,
queda a un lado el conflicto bélico desde el punto de vista militar,
para centrarnos en el día a día de esta joven judía invitándonos a
reflexionar sobre la supervivencia y la identidad.
La prosa del autor está desprovista de cualquier floritura que pueda distraernos de la historia, de esa dualidad en la que vive Nusia, convirtiendo al lector en testigo del dolor de su protagonista.
Una novela emotiva narrada con sencillez. Una historia real que desgarra el alma. Cómo no podría ser de otra forma La niña y su doble ya goza de un lugar privilegiado no solo en mi estantería sino también en mi corazón. Es uno de esos libros que sabe tocar "algo" dentro de ti y transformarte, para siempre. Decir que Nusia es adorable, es quedarse posiblemente muy corta. Este personaje me ha cautivado por su dulzura e inocencia, por su valentía y fuerza al igual que un día ya muy lejano lo hizo Ana Frank o Viktor E. Frankl, protagonistas de novelas que nunca debieron de escribirse, pues sería señal de que la humanidad no tuvo que vivir este episodio tan negro en su historia.
La prosa del autor está desprovista de cualquier floritura que pueda distraernos de la historia, de esa dualidad en la que vive Nusia, convirtiendo al lector en testigo del dolor de su protagonista.
Una novela emotiva narrada con sencillez. Una historia real que desgarra el alma. Cómo no podría ser de otra forma La niña y su doble ya goza de un lugar privilegiado no solo en mi estantería sino también en mi corazón. Es uno de esos libros que sabe tocar "algo" dentro de ti y transformarte, para siempre. Decir que Nusia es adorable, es quedarse posiblemente muy corta. Este personaje me ha cautivado por su dulzura e inocencia, por su valentía y fuerza al igual que un día ya muy lejano lo hizo Ana Frank o Viktor E. Frankl, protagonistas de novelas que nunca debieron de escribirse, pues sería señal de que la humanidad no tuvo que vivir este episodio tan negro en su historia.
"Esa noche, la del 14 de noviembre de 1941, nació el gueto de Lwow. No tenía muros ni alambradas que lo cercaran, sólo patrullas armadas que controlaban a la población. Y sin embargo, los ciento quince mil judíos que desde aquel día se establecieron allí no pensaron en rebelarse, ni pelear por su dignidad. Simplemente se acostaron, agotados, con la ilusión de que ahora los alemanes y los ucranianos se conformaran con verlos hacinados, desposeídos y asustados, y les permitieran continuar con su vida".
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